¿Quién soy?

Una licenciada en letras con gran experticia como correctora de estilo, amante de la lectura y apasionada de la escritura. Desde mi adolescencia escribo poemas, pero hace más de un año comencé a escribir sobre crecimiento personal y espiritual, como una especie de catarsis o depuración emocional que me permitiera soltar lo que llevaba atascado en el alma, pero ocurre que todo lo que escribía lo iba dejando en gavetas, hasta que un día decidí darle a todo aquel que quisiera leer mis reflexiones, así que creé este espacio de soledad, y le entrego a todos un momento de lectura que se convierta también en un merecido espacio de soledad.

Me apasiona viajar, me encanta conocer lugares, personas, culturas, gastronomía. Me apasiona la fotografía, el cine, el buen vino, el sushi, los libros de crecimiento personal y espiritualidad. Me apasiona el mar, su olor, su color, la arena y la brisa, la sensación de estar frente al mar para mi es inigualable. Me apasiona compartir con mi familia, ver crecer a mi hija, amarla, y más que ser una madre, ser una compañera de vida. Me apasiona cocinar y comer, comprar ropa y zapatos, los días de navidad, reírme, aprender, la poesía y la música, el yoga y caminar, me encanta sentirme llena de vitalidad y buena vibra.

Yo escribo desde mi subjetividad con la objetividad que me deja todo lo que leo, en cada lectura plasmo algo de mí, de mis vivencias y experiencias, de lo que entiendo y he llegado a comprender, de lo que cada libro, artículo, conferencia, blog, seminario, video, o tan sólo una contemplación o conversación se quedan en mí y se convierten luego en letras hechas de reflexión.

 

Un lector de Espacios de soledad

Si usted como yo se ha propuesto ser equilibrado emocionalmente, desea limpiar los escombros del pasado, tener relaciones más sanas, inspirar respeto y confianza, encontrarse con su yo y amarse alocadamente, estamos entonces en el camino seguro, pero es importante hacer nuestra la lectura, no creer que lo malo solo le ocurre a otros, que los emotivos son otros, que nada lo perturba, que nadie lo lastima.
 
Tener la humildad suficiente para decirnos y aceptarnos heridos, vulnerables y susceptibles, es un buen comienzo para emprender el camino del crecimiento personal, y saber que todos tenemos miedo al abandono, a no ser amados, a no ser suficientemente buenos, al rechazo; es por ello que constantemente estamos buscando la aprobación externa porque no hemos sabido establecer una aprobación interna.

Espacios de soledad es el lugar indicado para sus lecturas y crecimiento personal.

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